
Encimera, tablas y bayetas siempre limpias
Después de usar la encimera lávala con agua y jabón y, de vez en cuando, con lejía, al igual que las bayetas. También es conveniente meter las tablas de cortar en el lavavajillas de forma periódica.

Las plantas, mejor fuera de la zona de trabajo
Si eres un apasionado de la flora y no quieres renunciar a tener plantas en la cocina, colócalas lejos de la zona en la que sueles preparar los alimentos. Así evitarás que la tierra caiga en la superficie de la comida por accidente.

Horno y microondas sin rastro de suciedad
Para evitar que los restos de alimentos se acumulen en las paredes del horno o el microondas coloca una tapa sobre lo que estés cocinando. Para que se aireen bien tras limpiarlos deja la puerta abierta durante unas horas.

La comida de las mascotas, en un rincón
Si no tienes más remedio que colocar el agua y la comida de tu mascota en la cocina deja sus cacharros en un rincón y lava el comedero después de cada comida, con un estropajo que uses solo para sus cosas.

La despensa, lejos de la campana extractora
Las conservas deben estar alejadas de la luz y el calor, por eso no es buena idea que las guardes al lado o encima del extractor. Ordénalas por fecha de caducidad: así reducirás el riesgo de tener guardados alimentos en mal estado.

Limpia la nevera a fondo
Limpiar bien la nevera cada tres meses es básico para que no se acumule hielo en sus paredes, que puede provocar que no enfríe lo suficiente. Es importante que el frigorífico no supere los 8 ºC, y la parte del congelador, los -18 ºC.

El lavavajillas no es una 'despensa' de platos sucios
Los gérmenes pueden multiplicarse si los platos sin lavar se acumulan durante mucho tiempo en el lavavajillas. Si sois pocos en casa tal vez te conviene reservar el uso de este electrodoméstico para ocasiones especiales.
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